Blog de Adriana Kreiman

 

Acerca de Agustín Tosco


A primera hora de la tarde del 6 de noviembre de 1975, el cordón industrial de Ferreira, provincia de Córdoba, se paraliza. Los trabajadores se concentran en el club Redes Cordobesas. Se agolpan en su interior, mientras afuera se desata una terrible tormenta de lluvia y granizo.
A las 17.30 una multitud parte desde el club hacia el cementerio de San Jerónimo.
El gobierno de Córdoba nombrado por el presidente Perón en 1974, producto de la asonada nazi fascista de Navarro y Lacabanne, manda a la policía a vigilar el cortejo. Un helicóptero sobrevuela la zona.
Desde un Fiat 600 se arrojan dos bombas de estruendo y comienzan a sonar cientos de disparos. La multitud, presa del pánico, comienza a correr en todas direcciones buscando refugio.
Así fue el sepelio de Agustín Tosco, obrero clasista y revolucionario, cuya figura honesta e inclaudicable, y pensamiento socialista adquieren hoy nueva relevancia transformándose en un llamamiento a recuperar la acción, la ética y la conducta en el sindicalismo y la acción gremial y política.
Agustín Tosco había nacido en el año 1930 en Moldes, Provincia de Córdoba. A los 18 años comienza a trabajar en EPEC, la compañía de electricidad cordobesa, un año después es elegido subdelegado y a los 20 ya es delegado de los trabajadores. En 1954 es elegido Secretario General del gremio de Luz y Fuerza de Córdoba, cargo que mantendrá, con las interrupciones impuestas por las intervenciones, hasta el fin de su vida. Integrará las comisiones de lucha en la resistencia posterior al golpe de Estado de 1955, y antes del Cordobazo ya había sufrido varias veces la cárcel y la persecución.
Agustín Tosco fue un dirigente popular de trascendencia internacional y muy respetado por su entrega al sindicalismo reivindicativo y su constante ejemplo ético. Logró construir un sindicato combativo, con gran capacidad de movilización, al integrar una dirección pluralista, integrando a dirigentes y militantes radicales, peronistas, socialistas y comunistas, impulsando no solamente reivindicaciones laborales sino también sociales, políticas y populares de la ciudad de Córdoba.
Fue el principal impulsor de "el Cordobazo", la huelga general popular que tomó las calles de Córdoba y provocó la caída de Onganía en 1969. La represión fue terrible: hubo 34 muertos por la policía y más de 1000 detenidos. Tras el Cordobazo, Agustín Tosco es detenido junto con la dirección del sindicato y se le hace un Consejo de Guerra, donde es condenado a 8 años y 6 meses de cárcel.
Permanece varios meses preso, pero las movilizaciones populares logran su excarcelación, siendo liberado el 6 de diciembre del mismo año. Al llegar a su ciudad grita el histórico: “¡Abajo la dictadura, el pueblo es quien nos ha liberado!”.
En 1970 asiste a la asunción del mando del presidente socialista Salvador Allende en Chile, con quien entabla una amistad duradera.
En marzo de 1971 se produce un nuevo alzamiento popular en Córdoba, conocido popularmente como el Viborazo, la respuesta del movimiento obrero cordobés a la orden de detención de sus principales dirigentes sindicales y políticos ya que el interventor provincial, había afirmado su “deseo de cortar de un solo tajo la cabeza de la serpiente marxista infiltrada entre los cordobeses que perturban la Revolución Argentina”.
Un mes más tarde, es nuevamente encarcelado, esta vez será por 17 meses y está en el penal de Rawson. Ese año se levanta la intervención del sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba y Agustín Tosco se presenta, ganando las elecciones sindicales desde la cárcel.
En agosto de 1972, estando Tosco preso en la prisión de Rawson, se produce el intento de fuga y posterior masacre de un grupo de detenidos políticos en la base naval de Trelew y él es el único orador desde la cárcel, que rinde les homenaje. Debido nuevamente a la presión popular, Tosco recupera la libertad a fines de ese año y continúa desarrollando su actividad sindical alcanzando un amplio protagonismo a nivel nacional.
Tras la muerte del presidente Perón su sucesora interviene nuevamente el Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba. Esta intervención provoca que Agustín Tosco, constantemente amenazado, se viera obligado a vivir en la clandestinidad. Apoyado por los trabajadores de Luz y Fuerza, que aportan plata y lo esconden en diversas casas de militantes, no dejó de dirigir la actividad política del sindicato.
En estas terribles condiciones, se enfermó gravemente a causa de una infección, y a pesar de los esfuerzos de sus compañeros y que fue trasladado a Buenos Aires, la infección se había extendido y muere de septicemia. Tenía 45 años.
Antítesis del burócrata sindical, Agustín Tosco luchó por la unidad de clase de los trabajadores y por eso no vaciló en abandonar la CGT oficialista, contribuyendo a crear la CGT de los Argentinos y posteriormente "Movimiento Sindical Combativo de Córdoba" y luego, ya en la clandestinidad, la "Mesa de Enlace de Fábricas en Lucha".
Consideraba que había dos tipos de sindicalismo: el "participacionista", que pactaba con las patronales y el gobierno para entregar las luchas, y el "sindicalismo de liberación", de contenido clasista y proyección política, basado en el rol independiente de los trabajadores para luchar contra el modelo y el sistema, por la sociedad socialista.
Influyó notablemente en el movimiento estudiantil, retomando las banderas de la Reforma del 18 e instándolo a convertirse en una fuerza social dinámica que uniera su destino al movimiento popular en lucha fuera de los muros de la Universidad.
La actualidad del pensamiento de Agustín Tosco es evidente ya que se centra en la lucha contra la dependencia y en la necesidad de articular un espacio político para enfrentarla y derrotarla, y en su definición de que no puede haber democracia política si no se democratiza la economía.
Al trabajar en este homenaje Sr. Presidente, recorriendo libros y revistas, encontré muchas frases de Agustín Tosco que sería hoy imprescindible destacar y traer al conocimiento de todos, pero el tiempo de que dispongo haría imposible semejante tarea. Por eso elegí una que me conmovió porque me recordó una vez más, que ser socialista no es simplemente adherir a un conjunto de ideas o a unos principios por buenos que éstos sean, sino que es la elección de una forma de vida, y que quisiera compartir con Ud: “Nuestra experiencia nos ha enseñado que, sobre todas las cosas, debemos ser pacientes, perseverantes y decididos. A veces, pasan meses sin que nada aparente suceda. Pero si se trabaja con ejercicio de estas tres cualidades, la tarea siempre ha de fructificar, en una semana, en un mes, en un año. Nada debe desalentarnos. Nada debe dividirnos. Nada debe desesperarnos. Agustín Tosco”

Comments: Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?